miércoles, 26 de agosto de 2009

Salí mal



Llego a casa derrotada y cansada, había salido mal en el exámen y apenas que me podía mantener en pie. En eso recibo un mensaje de texto que decía lo siguiente...


"Casate como soñás y estudia lengua o enfermería si preferís.
Yo te ayudo. Dejá ya de sufrir. Ok?"



Y yo me pregunto...

¿Cuánto dura una carrera de literatura? ¿Y una de enfermería?

Cuatro años mínimo ¿No?

¿Cuánto dura una tecnicatura?

Mínimo dos años ¿No?


Y si hoy veo las materias que me quedan por rendir, y las que me quedan por cursar y digo que en dos años estoy recibida...

¿No es una locura que a esta altura decida cambiar de carrera?

Si ya estoy en cuarto año...



Estoy tremendamente cansada de recibir acusaciones de todos los tipos y calibres cada vez que salga mal.

¡Mi carrera es difícil! ¡No miento!

Tal vez a algunos les va mejor que a mi, pero a otros les va peor.

Entonces si yo salgo mal en una materia...

¡No quiere decir que a mi no me da la cabeza!
¡No quiere decir que yo no sea inteligente!
¡No quiere decir que a mi no me gusta lo que estoy estudiando!
¡Ni mucho menos que no esté estudiando!

Simplemente quiere decir que las materias (y más las de los últimos años) son difíciles y muy largas, y que te las tenés que estudiar entera, de punta a punta y dominarlas porque de eso vas a trabajar el día de mañana.


He caído millones de veces, pero siempre estoy levantándome para seguir caminando, porque así es la vida.
No se puede esperar que siempre sea todo color de rosa, porque las cosas ¡No funcionan así!



Indiscutiblemente hoy estoy muy cansada, y no en vano... Ya que me pasé dos semanas enteras sin dormir, y encima para después salir mal... Por eso en este momento estoy con pocas pulgas con los reproches y consejos de terceros... Por eso hoy escribo esto, para descargarme de alguna manera...

Y me despido porque no quiero seguir contaminando a este querido espacio con mi mala onda.

Tenía ganas de transcribir un texto que me enviaron por e-mail, que decía exactamente todo lo que pienso, pero no pude, ya que aparentemente no se puede copiar y pegar desde Hotmail, porque vi que me hace desastre con el tamaño de la letra. Por lo tanto quedará para otra oportunidad.


Más adelante escribiré algo mejor, pero hoy disculpenme, estoy demasiada enojada conmigo misma y con el maldito sistema.

Les dejo un beso enorme y me despido hasta la próxima...


PD: Si tienen tiempo, vean el videito de Greenpeace que está al final de la página.

jueves, 6 de agosto de 2009

Mi maldición

Me encontraba caminando en aquel parque solitario...
Soñaba cantando mientras las cálidas gotas de lluvia caían sobre mi rostro...

Y sin darme cuenta, lo encuentro a él mirándome con sus intensos ojos color negro azabache.
Aquellos ojos me atraían, me hipnotizaban...

Algo en el ambiente, o tal vez dentro de mi, me decía que él era el indicado, mi alma gemela...

Me acerco con una sonrisa en los labios, acaricio su rostro mientras él con sus brazos rodeaba mi cintura...


Había llegado el momento... Aquel que llega una vez en la vida y que trae consigo a la eterna felicidad...

Sus labios carnosos me tenían hechizada, con suaves movimientos acaricia mis mejillas, y suavemente acerca sus labios a los mios y....






"¡¡¡ZAZZZZZZZZ!!!"





-¡PERO LA RECONTRA MIL! ¿QUÉ PASÓ AHORA? ¡SEGURO QUE PETY ESTÁ BAÑÁNDOSE!-
Eran los gritos de mi padre enfurecido porque nuevamente, yo había hecho saltar el fusible.




Aquellos gritos lograban sacarme violentamente de mis ensueños, y ya sabía lo que me esperaba, la verborrea catastrófica...

-¡¿Te das cuenta?! ¡Siempre sos vos! ¿Cuál es la necesidad de estar tanto tiempo debajo de la ducha?-


Nadie entendía que mientras me duchaba, me encantaba armar pequeñas historias de amor, siendo yo la protagonista...



Con tan solo 11 años, ya me había acostumbrado a esos gritos...
Como mi casa tenía una instalación eléctrica un tanto antigua, si por ahí alguno se quedaba mucho tiempo debajo de la ducha y encima ésta estaba en "muy caliente", saltaba el fusible que estaba ubicado en un poste de luz sobre la calle, y cortaba la luz en toda la casa. Por lo tanto, se debía llamar a la CEEL para que vengan a arreglar el problema.

Y como daba la casualidad que siempre era yo la que en ese momento se estaba bañando, obviamente terminaba siendo la culpable. Claro que luego de unas 3 o 4 veces que sucedía lo mismo, al apodo de "La culpable" lo cambiaron por "El terror de las duchas".

Pero que salte el fusible todavía se podía considerar un accidente menor, porque en el peor de los casos, quemaba la ducha.
Creo que en el transcurso de toda mi adolescencia habré quemado mas o menos unas 10 duchas.



Y todo por ser una romántica incurable, una soñadora sin límites... Una pequeña actriz escondida...



Era inevitable, cada vez que decía "Me voy a bañar", observar el rostro de pánico de todos los integrantes de la familia, y ver como mi papá ya se sentaba cerca del teléfono por si había que llamar nuevamente a la CEEL.


Me acuerdo de una vez que mi papá llegó a casa con una inmensa ducha brasilera en las manos. Y cuando digo "inmensa", no estoy mintiendo... ¡Esa ducha era enorme!
Él mirándome con unos ojos victoriosos, me dice..
- Ahora quiero verte quemar esta ducha, vamos a ver si podés...-
Palabras que se escucharon como un tanto desafiantes, pero... Tenían su razón de ser...

Gran desilusión se habrá llevado el pobre, cuando luego de un tiempo su ducha reposaba quemada sobre la mesa.
Y así fue... Ni la mejor ducha pudo con mis minutos de fama...


Pero no todo fue para mal, gracias a esto, la instalación eléctrica de la casa se modificó y pasó a ser más moderna. Todo para que cuando me bañara y si por esas casualidades del destino la resistencia de la ducha no aguantaba mis 40 minutos de novela romántica, se cortara únicamente la luz del baño y no la de toda la casa, evitando así también que se queme la ducha.


Pasaron los años y tuve que irme a vivir lejos para poder estudiar.


Mi primer monoambiente, estaba ubicado en el sexto piso de un edificio en el centro de la ciudad. Era un chiche. Pequeño pero moderno y elegante.
Y lo más hermoso era el baño, de tamaño mediano, todo blanco, un espejo bastante grande, una mesada de mármol, las canillas brillantes y la ducha... Gigante... Era la ducha más grande que había visto jamás, y calentaba que era un espectáculo.

Me acuerdo que adoraba quedarme debajo del agua caliente por varios minutos, soñando que estaba debajo de una cascada en algún paraíso secreto, era hermoso... Totalmente relajante...

Maravilloso año de vida tuvo, hasta que se quemó...




Y sigue pasando...



En cada nuevo departamento, en cada nuevo lugar, así me bañe por mucho tiempo o por corto tiempo, así la tenga en caliente o en tibio, siempre termina pasando...



Hasta el día de hoy, que nuevamente se quemó mi ducha...


Es algo inexplicablemente inevitable... Hasta podría decirse "Paranormal"...



No cabe duda...




...Tengo la maldición de las duchas...


lunes, 3 de agosto de 2009

No me gustó


El pasado sábado a la noche, estábamos en el departamento de mis hermanos. Se escuchaba que afuera llovía sin parar y hacía frío.

-¿Vamos a ir? - Le pregunté con una sonrisa en los labios.
-No se, después vemos... - Me contestó.

Pasaron las horas mientras charlábamos tranquilos, disfrutando de aquella reunión familiar. La cerveza empezó a hacer efecto y nuestras carcajadas se hacían mas fuertes, acompañando dulcemente a las anécdotas que simplemente brotaban en aquella noche especial.

-Bueno, si querés ir, vamos - Me dijo mirando la hora.

Nos despedimos y subimos al auto con destino al cine, para ver "Harry Potter y el misterio del príncipe".

Yo había pasado toda la semana insistiendo para ir a ver esa película. Inclusive me había ofrecido para pagar las entradas, así que a él no le había quedado otra que darme el gusto.

Llegamos justo sobre la hora, ya habían comenzado a transmitir los comerciales cuando nos sentamos en el gran salón oscuro. Observé que él traía en sus manos un enorme paquete de pororó y se me ocurrió comentarle:

-Si vendieran cerveza, se harían la guita. No es necesario que lo hagan todos los días y a toda hora, pero un sábado a la noche, podrían hacerlo ¿No? Creo que asistiría mas gente...-
Él me miró y sonrió, se había dado cuenta que me quedé con "sed" y esto le causó gracia.



Me sentía como una niña en un parque de diversiones. Estaba muy entusiasmada. Aunque era tarde, no tenía sueño, estaba totalmente despierta, no quería perderme ni una simple escena, para mi era muy importante captar cada cosa que pasaba en aquella inmensa pantalla.


Pero, sucedió lo que nunca creí que podía suceder con una película de este calibre... No me gustó en lo más mínimo...



¿Se acuerdan que anteriormente había comentado que era mejor leer los libros que mirar las películas? ¿Y se acuerdan que también escribí "Salvo las de Harry Potter, cuyas películas me encantan"?

Bueno, retiro lo dicho por lo de Harry Potter...

Esta película, la sexta entrega de la serie, en mi opinión se hizo dirigida únicamente para los seguidores de los libros. Porque les comento, que si no leyeron el libro no van a entender nada de nada. Y además es muy oscura, existen muchas escenas que no se entiende que está ocurriendo, pasan sucesos aislados que pareciera que no están relacionados entre sí, y más parece un capítulo que una película. Y eso que tiene una duración de dos horas y media, pero tranquilamente la podrían haber hecho en una hora o una hora y media como mucho...


Y al salir de la sala, no podía contener a todas las críticas que naturalmente brotaban en mi cabeza:
-No me gustó, era muy oscura-
-¿Será que el libro es también así de feo?-
-Definitivamente no es como las demás pelis-
-Ni siquiera era tan mágica ¿Te diste cuenta?-

Hablaba sin parar, tan metida estaba en mis pensamientos que nunca me percaté que mi "gran acompañante" se había quedado dormido en el transcurso de casi toda la película. Él simplemente respondía con un "Si, tenés razón.." o un "Ajá..." a mis incontables reproches, no teniendo idea de qué le estaba hablando...


Pero mejor les dejo un link para que lean una excelente crítica al respecto, ya que yo al no haber leído el libro me quedo un poco corta de palabras... Así que, si quieren, hagan "clic" en el siguiente título:





Por lo tanto, y como conclusión, sigo opinando lo mismo... Es mejor leer el libro, porque en una película, las cosas cambian, las visiones son distintas y se suprimen un montón de cosas que son muy importantes en la trama.


Y para los que todavía no tuvieron el privilegio de ver "Harry Potter y el misterio del príncipe" en el cine, y si son una de las personas que no leyeron el libro como yo, les recomiendo que esperen nomas tranquilos a que salga el DVD o que la pasen por TV, ya que puede que se lleven un gran disgusto y que salgan lamentándose por perder dos horas y medias de su valiosa vida y encima que tengan $30 menos en el bolsillo, como es mi caso...

 

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